domingo, maio 18, 2008

Lua...Lua...Lua...Lua...

Déjame sueltas las manos y el corazón, déjame libre!
Deja que mis dedos corran por los caminos de tu cuerpo.
La pasión —sangre, fuego, besos—me incendia a llamaradas trémulas.
Ay, tú no sabes lo que es esto!
Es la tempestad de mis sentidos doblegando la selva sensible de mis nervios.
Es la carne que grita con sus ardientes lenguas!
Es el incendio!
(...)
Déjame libre las manos y el corazón, déjame libre!
Yo sólo te deseo, yo sólo te deseo!
No es amor, es deseo que se agosta y se extingue,
es precipitación de furias, acercamiento de lo imposible,
pero estás tú, estás para dármelo todo,
y a darme lo que tienes a la tierra viniste—
como yo para contenerte, y desearte, y recibirte!

(Pablo Neruda)

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